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Catedral de Burgos
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El Papamoscas
El Papamoscas es un
autómata de la catedral de Burgos que todas las horas en punto abre la
boca al tiempo que mueve su brazo derecho para accionar el badajo de
una campana.
El Papamoscas está situado en lo alto de la nave mayor, en el ventanal sobre el triforio,
en el primer tramo de los pies de la basílica. Se trata de una figura
de medio cuerpo que se asoma sobre la esfera de un reloj. Viste de
encarnado. Los rasgos de su rostro son grotescos y muestra una
partitura en su mano derecha. Con esta misma mano empuña la cadena del
badajo de una campana. Cada hora en punto se acciona un mecanismo que
mueve el brazo que provoca los campanazos. La mejor hora para ver en
marcha al autómata es, lógicamente, las doce del mediodía, cuando da
doce golpes y abre y cierra doce veces la boca.
Está documentada la presencia de relojes en la catedral desde la época
medieval. La imagen actual data del XVIIII cuando se sustituyó al viejo
autómata del siglo XVI.
(triforio) elemento arquitectónico situado en las naves centrales.
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El Martinillo
A la izquierda del Papamoscas, a menor altura y de menor tamaño, se sitúa en un balconcillo otro autómata llamado Martinillo o Martinillos
que se encarga de señalar los cuartos. En este caso, mueve ambos brazos
y acciona sendas campanas que le flanquean. Cada cuarto de hora está
señalado por dos campanazos, más agudos que los del Papamoscas.
Realizado por Rodrigo Pastor |