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La base patrimonial de su familia era el castillo de Lara (Lara de los Infantes). Hereda el título de su padre tras el apresamiento y muerte de su tío Nuño Fernández. 

En el año 929, Fernán González aparece en documentos con el título de conde al frente del alfoz de Lara, Fernán González logró reunir el gobierno de los condados de Burgos, Lara, Lantarón, Cerezo y Álava y es mencionado como conde de Castilla por primera vez en un documento del año 932. 

El conde de Castilla tuvo un papel destacado en la batalla de Simancas (939) en la que fueron derrotadas las tropas del califa Abderramán III. 

Se casó con Sancha Sánchez, hermana del rey de Navarra, García Sánchez I (más tarde se casaría con su hija, Urraca Díaz). 

El Rey, nombró a Ansur Fernández como conde de Monzón, condado que bloqueaba su expansión hacia los territorios comprendidos entre el río Cea y el río Pisuerga (excluyendo el Condado de Saldaña ). 

En 944 Fernán González y Diego Muñoz ejercieron tiranía contra el rey Ramiro, y aun prepararon la guerra. El rey, como era fuerte y previsor, los cogió, a uno en León y otro en Gordón, presos con hierros, y los encerró. Ramiro II liberó al traidor, no sin antes hacerle jurar fidelidad. Para dar solemnidad a lo pactado, poco después se produjo la boda entre la hija del conde, Urraca Fernández y su propio hijo y heredero, Ordoño. 

Muerto Ramiro II en el 951, el reino de León quedó sumido en una crisis dinástica que Fernán González supo aprovechar. 

En el año 955 Fernán González derrotó a las tropas musulmanas. 

La temprana muerte de Ordoño III permitió al castellano recuperar su capacidad de maniobra, en esta ocasión no apoyó las pretensiones de su antiguo aliado, el rey García Sánchez, sino que se alineó con el primo de Ordoño III, Ordoño IV, que fue elegido rey de León. 

Mapa del condado de Castilla en tiempos de Fernán GonzálezEn el 963 pactó una tregua con Alhakén II tras la toma de San Esteban de Gormaz por los musulmanes, el conde castellano actuaba al margen de la debilitada autoridad real. En tal situación de desorden, Fernán González fue asegurando lentamente su posición como señor hereditario del condado de Castilla, llegando a gobernar un extenso territorio desde el mar Cantábrico hasta más al sur del río Duero. Al morir, dejó el condado a su hijo García Fernández, estableciendo así el principio de la sucesión hereditaria en el título condal de Castilla. 

La vida y milagros del conde se nos cuenta en El Poema de Fernán González.  Se trata de una copia muy tardía, del siglo XV, en la que intervienen dos manos que modernizan el lenguaje y nos dejan numerosas lagunas, algunas tan grandes que incluso falta la parte final: el códice se interrumpe en la estrofa 752, tras presentar la batalla de Valpirre entre el conde y García de Navarra. La obra pudo ser redactada por un monje del monasterio de San Pedro de Arlanza, ya que toda la vida del héroe gira en torno a este lugar y parece que el poema tenía por cometido divulgar y sostener un culto sepulcral del mismo, enterrado allí, con el fin de granjearse peregrinos y limosnas. Debió de escribirse hacia 1250 o muy poco después.






Realizado por Maider Martín