 
Historia
El nombre medieval de la
localidad fue Villasirga, como nos ha dejado
escrito y cantado Alfonso X 'el Sabio' en sus Cantigas. A pesar de no
ser mucha la documentación conservada de la localidad, sabemos que a
principios del siglo XIV se trataba de una de las encomiendas de los templarios,
pero la desaparición de éstos en 1312 serán los Caballeros
de la Orden de Santiago los herederos de parte de
sus bienes y sobre todo de atender a peregrinos y enfermos en sus
hospitales y hospederías. La Virgen de las Cantigas será en todo
momento, el catalizador y punto de encuentro. Estos denominarán a la
localidad Villalcázar de Sirga por el aspecto almenado que
presentaba la fortaleza.
Villalcázar de Sirga no estuvo
desde sus orígenes en el camino de peregrinación que se dirigía a
Compostela, ya que desde Frómista a Carrión se pasaba, en un principio,
por la cercana villa de Arconada, pues existía allí
un importante hospital fundado por el conde Gómez Díaz en 1047. Tiempo
después, la ruta se modificó y la imagen de la Virgen
Blanca convirtió a la localidad en uno de los
centros marianos más importantes del Camino.
A pesar de su esplendor pasado,
el declinar de esta villa comienza en el siglo XVIII. Sin embargo, tal
vez gracias a que se encuentra en el Camino de Santiago, recientemente
ha experimentado un notable auge.
Iglesia de Santa María la Blanca
El edificio se erigió entre los
siglos XIII y XIV. Arquitectura que se desarrolla a comienzos
del siglo XIII en lugares importantes y donde se dan las primeras
manifestaciones de un gótico todavía no cuajado plenamente. Esta
arquitectura, se clasifica como de protogótico, de transición entre
románico y gótico, etc.
La planta
Planta de tres naves de cuatro
tramos, gran transepto marcado en planta, y cabecera de cinco ábsides:
de testero recto e igual profundidad los tres centrales, y poligonales
y algo más pequeños los extremos.
El proyecto inicial era aún mayor. Como consecuencia del Terremoto de
Lisboa 1755 ( tal suceso produjo la pérdida de la fachada
principal, conocida en tiempos con el nombre de la Puerta del Ángel,
que hubo de tapiarse posteriormente) parte de sus esculturas
se recolocaron en el propio edificio, joya escultórica de rango
catedralicio, alabada ya por los viajeros antiguos.
Los arcos son apuntados y los pilares son cruciformes con columnas en
los frentes más otras acodilladas. Las bóvedas son de crucería sencilla
que recuerda claramente la arquitectura de los templos cistercienses
que se construyen en las últimas décadas del siglo XII y comienzos del
XIII.
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Fachada meridional
Se cobija bajo un altísimo
pórtico de arcos apuntados y abovedado con crucería. Dos puertas de
acceso al templo; destaca la que da paso a las naves. Ésta, levantada
en el siglo XIII, cuenta con cinco arquivoltas apuntadas ricamente
decoradas con ángeles y personajes.
Pasa el
ratón por las distintas zonas de la imagen y obtendrás información
detallada de cada una de ellas. En concreto, fíjate en la puerta
principal, la arcada lateral de la derecha y los dos frisos (superior e
inferior).
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Sepulcros en la capilla de
Santiago
En la capilla de Santiago, de
primeros del XIV, reconstruida por los Caballeros de
San Marcos e iluminados por un gran rosetón, nos
encontramos con la Virgen de las Cantigas
a quien cantó y alabó Alfonso
X.
En esta Capilla se cuidan y
guardan los sepulcros del Infante Don
Felipe, quinto hijo de Fernando III el Santo y Doña
Beatriz de Suavia y el de su segunda esposa Doña Leonor
Ruiz de Castro y Pimentel, obras realizadas antes de 1274,
fecha de la muerte del Infante, por Pedro el Pintor en los talleres de
Carrión.
Realizados en el último tercio
del siglo XIII, junto a su gran riqueza decorativa, llama la atención
su calidad como la admirable conservación de buena parte de su
policromía. En la tapa de ambos, se representa a los yacentes ricamente
ataviados bajo un marco arquitectónico. Don Felipe, con una pierna
cruzada, sujeta en sus manos una gran espada o mandoble junto a un
halcón, símbolos del alto rango del personaje.
En los cuatro frentes de los
sarcófagos se escenifican, como si asistiésemos a un espectáculo
teatral, las diferentes etapas que rodean a la muerte y el sepelio:
traslado del difunto, exequias, cortejo fúnebre a pie y a caballo de
grandes
personajes, clérigos y plañideras, en medio del vulgo que, entre
llantos, se mesa los cabellos... Cabe señalar, a los pies del sepulcro
de don Felipe, la participación en el cortejo fúnebre de su caballo,
sin jinete y con escudo invertido
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Imagen de la Virgen Blanca

La Virgen Blanca, a la que canta
el rey Alfonso
X el Sabio en sus Cantigas.
Escultura gótica policromada,
algo arcaizante, realizada en piedra en el siglo XIII.
En postura sedente, la Virgen
sujeta al Niño en su regazo con el brazo izquierdo, el derecho se
encuentra hoy mutilado. Se corona el conjunto con ángeles que sostienen
incensarios en sus manos (ángeles turiferarios).
Esta virgen es una de las
protagonistas de las Cantigas de Sancta María de Alfonso X, obra cumbre
de la lírica medieval hispánica del siglo XIII y del arte de la
miniatura por sus escenas iluminadas del Códice Rico,
conservado en la biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El
Escorial. En dicha obra aparece Villasirga con la misma importancia que
los más renombrados santuarios marianos del momento.
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El retablo

El retablo Mayor, con tablas de
la primera mitad del XVI, y rematado por el Calvario del XIII y la
Virgen Blanca, conjunto armónico de gran belleza.
Realizado en tres momentos
distintos, a partir de 1503 a manos de Berruguete, Álvarez de Palencia
y Francisco de Carracejas.
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